Al menos dos pilotos informaron de situaciones peligrosas con helicópteros mientras intentaban aterrizar en el aeropuerto en los tres años previos a la colisión letal entre el helicóptero del Ejército y un avión de American Airlines cerca del Aeropuerto Nacional Reagan (DCA), según una revisión de CNN de informes de incidentes federales.
Y justo un día antes de la colisión fatal, otro vuelo que se acercaba al Reagan se vio obligado a abortar su primer aterrizaje y dar la vuelta después de que un helicóptero voló cerca de su trayectoria de vuelo, según el audio del control de tráfico aéreo.
En dos ocasiones, aviones de pasajeros tuvieron que tomar medidas evasivas para evitar chocar con un helicóptero al intentar aterrizar en el aeropuerto, según los informes presentados por los pilotos. En un tercer incidente, dos helicópteros militares se acercaron demasiado, informó un controlador de tráfico aéreo.
Estos sustos anteriores seguramente recibirán más atención después del desastre sobre el río Potomac la noche del miércoles, que se cree dejó un saldo de 64 personas muertas a bordo del avión y tres miembros del Ejército en un vuelo de entrenamiento del helicóptero.
Mientras continúa una operación de búsqueda y recuperación en la zona del Potomac, las autoridades están tratando de averiguar exactamente qué salió mal en el aire sobre la capital de Estados Unidos.
En el momento de la colisión, un controlador de tráfico aéreo en el Reagan estaba supervisando tanto los helicópteros como los aviones, dijo a CNN una fuente de control de tráfico aéreo. Aunque los trabajos normalmente son manejados por dos personas, la fuente dijo que no es poco común que una persona lleve a cabo ambas tareas.
Sin embargo, un informe preliminar de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) encontró que la cantidad de personal en la torre de control del aeropuerto “no fue lo habitual para el momento del día y el volumen de tránsito”, según informó el diario The New York Times el jueves. Esta situación coincide con un asunto destacado en uno de los informes de situaciones peligrosas de 2022 en el que un controlador relató que faltaba suficiente personal en la torre del aeropuerto.
Los expertos en aviación dicen que la región de Washington es un espacio aéreo excepcionalmente complejo para navegar. Las restricciones de vuelo impuestas después del 11 de septiembre de 2001 bloquean el tráfico aéreo cerca de edificios gubernamentales, los helicópteros militares y gubernamentales atraviesan regularmente la zona, y los vuelos están constantemente despegando y aterrizando en Reagan, que tiene la pista más transitada del país.
En los últimos años, las propuestas para añadir más vuelos al aeropuerto también han desatado intensas peleas políticas, con algunos legisladores argumentando previamente que el aeropuerto estaba excesivamente congestionado y advirtiendo sobre impactos en la seguridad.
Ahora, el desastre aéreo estadounidense más mortal desde 2001 podría llevar a cambios en la forma en que los aviones maniobran en el área de Washington, o potencialmente reformas más amplias.
“Es increíble cuánto volamos sin incidentes”, dijo el exadministrador de la FAA, Randy Babbitt. “Así que cuando tenemos uno, todo sale a la luz”.
Las situaciones anteriores entre aviones y helicópteros en el aeropuerto Raegan fueron detalladas en la base de datos del Sistema de Reporte de Seguridad de Aviación de la NASA, que registra incidentes reportados por personal de aviación. Los informes son presentados de forma anónima y no identifican aerolíneas o vuelos específicos.
En abril de 2024, un piloto de un avión de pasajeros escribió que mientras descendía hacia el aeropuerto de Washington (DCA), la tripulación recibió una alerta de tráfico y un aviso de sistema de evitación de colisiones que mostraba un helicóptero “a unos 300 pies (90 metros) por debajo de nosotros”. La tripulación “tomó medidas evasivas”, según el informe, y luego pudo aterrizar con normalidad después de pasar por encima del helicóptero.
“Nunca recibimos una advertencia de tráfico de (control de tráfico aéreo), así que no estábamos al tanto de que estaba allí”, escribió el piloto, sugiriendo que debería haber “mejor separación para el tráfico de DCA en la visual del río respecto al tráfico de helicópteros que vuelan arriba y abajo del río”.
En otro incidente en octubre de 2022, un piloto de un avión de pasajeros informó que mientras descendía en DCA, el sistema de evitación de colisiones del avión alertó a la tripulación sobre un “tráfico” cercano y les indicó “SUBIR AHORA”. La aeronave abortó el aterrizaje, dio una vuelta y aterrizó con éxito en el segundo intento.
“Tras revisar la ruta de aproximación y otra información, estimamos que estuvimos a 300 pies (90 metros) o menos de lo que resultó ser un helicóptero despegando del hospital,” escribió el piloto.
En ambos incidentes, los pilotos informaron que estaban aterrizando en la pista 19, que no era la pista en la que el vuelo de American Airlines estaba programado para aterrizar el miércoles por la noche antes de la colisión. Ambos aviones estaban clasificados como operando bajo “parte 121”, un certificado regulatorio que generalmente cubre grandes aerolíneas con sede en EE.UU. y transportistas aéreos regionales.
Y en ambos casos, los pilotos informaron que nunca vieron el helicóptero con el que potencialmente estuvieron cerca de chocar.
Un tercer incidente en la base de datos, reportado por un controlador de tráfico aéreo trabajando en DCA, describió un “conflicto en el aire” entre dos helicópteros militares cerca del aeropuerto en septiembre de 2022, aunque los detalles exactos no están claros.
Los dos helicópteros se acercaron demasiado entre sí en un momento en que “no había suficiente personal para llenar todos los puestos en la cabina de la torre”, escribió el controlador, refiriéndose a la cabina de la torre de control aéreo.
Más recientemente, el vuelo 4514 de Republic Airways abortó su aterrizaje el martes por la noche mientras se acercaba a la pista 19 después de que el control de tráfico aéreo le advirtiera sobre un helicóptero cercano, según un audio de LiveATC.net. El bimotor Embraer ERJ 175 inició un giro ascendente a la derecha alejándose del aeropuerto y luego aterrizó con éxito, según muestran datos de FlightAware, un sitio web de seguimiento de vuelos.
El avión, que volaba desde Connecticut, alcanzó una altitud de unos 1.600 pies (487 metros) durante su primer descenso, mientras que el helicóptero estaba a unos 300 pies (91 metros), según el audio y los datos de seguimiento del vuelo, por lo que el avión no se acercó tanto como en las situaciones peligrosas anteriores. El Washington Post fue el primero en informar sobre el incidente del martes.
Babbitt, el ex administrador de la FAA, dijo que no estaba familiarizado con los incidentes específicos, pero destacó que los helicópteros suelen responder a situaciones de emergencia que en algunas ocasiones pueden hacer que llegar a la escena de un accidente sea más prioritario que las regulaciones del espacio aéreo. Debido a que los helicópteros vuelan a baja altitud en la región, rara vez crean problemas para los aviones, aseguró.
No está claro si se cambiaron políticas o si los controladores de tráfico aéreo tomaron alguna medida en respuesta a las situaciones de riesgo anteriores.
Debido a que la base de datos de la NASA solo cubre incidentes reportados por el personal de aviación, no necesariamente cubre todas las situaciones peligrosas e incluye informes en bruto que no han sido necesariamente confirmados por una investigación. Además de los encuentros cercanos peligrosos que involucran helicópteros, el aeropuerto ha tenido reportes previos en años anteriores de varias situaciones de riesgo entre aviones durante el aterrizaje o despegue.
La colisión del miércoles por la noche ocurrió en un área que es “uno de los centros de operación de aviación más ocupados del país, si no del mundo”, dijo Brad Bowman, un expiloto de Black Hawk y miembro del 12° Batallón de Aviación, unidad del Ejército involucrada en el accidente.
“Es un concierto u orquesta de actividad que requiere comunicación y cooperación cuidadosa entre los pilotos y la torre del Reagan”, dijo Bowman a CNN. “Todos tienen que estar en su juego y seguir las instrucciones al pie de la letra”.
El audio de los momentos previos al desastre capturado por LiveATC.net muestra que un controlador de tráfico aéreo le preguntó al piloto del helicóptero si podía ver el avión y luego le indicó que “pasara por detrás” del mismo. El piloto del helicóptero respondió que tenía “la aeronave a la vista”.
El helicóptero estaba en una misión de entrenamiento rutinaria en el momento de la colisión, informó el secretario de Defensa Pete Hegseth a los reporteros el jueves. “Trágicamente, anoche se cometió un error,” dijo Hegseth, añadiendo que el Departamento de Defensa estaba investigando.
No es inusual que los helicópteros vuelen sobre el Potomac cerca del aeropuerto, dijeron observadores de la aviación. Entre 2017 y 2019, hubo un promedio de aproximadamente 80 vuelos de helicópteros cada día dentro de un radio de 48 kilómetros del DCA, según un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental.
“Es completamente normal que los helicópteros vuelen en esa área”, dijo Ian Petchenik, un portavoz de Flightradar24, una compañía de seguimiento de vuelos. “Hay rutas de helicópteros en ese espacio aéreo definidas por posición y altitud. Operan allí de manera regular”.
Los pilotos del 12° Batallón de Aviación, que tiene su base en Fort Belvoir, Virginia, vuelan frecuentemente a lo largo del río Potomac y pasan por el aeropuerto para varias misiones, como llevar a oficiales militares hacia y desde el Pentágono o trasladar a miembros del Congreso a Camp David, dijo Bowman.
El helicóptero del Ejército parecía estar siguiendo una ruta de vuelo de helicópteros definida sobre el Potomac, según un mapa de la FAA, aunque se desvió ligeramente hacia el oeste justo antes de la colisión. El mapa indica que “todas las rutas pueden ser alteradas a solicitud del piloto o según lo indique” el control del tráfico aéreo.
Los helicópteros que siguen la ruta se supone que deben mantenerse a 200 pies (60 metros) o menos en el área donde ocurrió la colisión, según el mapa de la FAA. El helicóptero del Ejército volaba a esa altitud en su última lectura reportada a los servicios de seguimiento de vuelos.
Un excontrolador de tráfico aéreo que trabajó en DCA hace años y pidió permanecer en el anonimato debido a la sensibilidad del incidente, le dijo a CNN que los controladores a veces pueden haber prestado menos atención a los helicópteros debido a las restricciones de altitud que generalmente los mantienen alejados de los vuelos.
“Generalmente, la forma en que funcionaba era que recibíamos un contacto de estos helicópteros y decían que iban a pasar por el espacio aéreo”, dijo el excontrolador sobre su tiempo en la torre de control. “Se les decía que se mantuvieran por debajo de 200 pies (60 metros) y, realmente, no se les prestaba mucha atención”.
El año pasado, el Congreso aprobó una legislación que añadía cinco nuevos vuelos de ida y vuelta al Reagan, a pesar de las objeciones de legisladores de la región y algunos grupos de defensa que argumentaron que el aeropuerto ya estaba demasiado congestionado y planteaba preocupaciones de seguridad sobre el tráfico adicional.
La medida, que fue aprobada como parte de la reautorización de la FAA en mayo de 2024, llegó después de que fracasaran los esfuerzos legislativos anteriores para expandir los vuelos en el aeropuerto. La lucha había dividido a las aerolíneas, con Delta abogando por la propuesta, mientras que American, United y Alaska se oponían a ella.
Varios legisladores señalaron situaciones de riesgo entre aviones en DCA en marzo de 2023 y abril de 2024 al oponerse a la expansión en un aeropuerto que ha estado viendo cifras récord de pasajeros.
Las situaciones de riesgo muestran “por qué no podemos seguir metiendo más vuelos a este aeropuerto”, publicó el senador de Virginia Tim Kaine en las redes sociales el año pasado. “He estado advirtiendo sobre esto durante años: el sistema está sobrepasado y es una amenaza para la seguridad pública”. Algunos opositores a la expansión en el área de Virginia también se opusieron debido a preocupaciones sobre el aumento de ruido y tráfico aéreo por los vuelos adicionales.
Más allá de Washington, los expertos han estado sonando las alarmas durante años sobre el creciente estrés en el sistema de aviación y un creciente recuento de situaciones de riesgo en aeropuertos de todo el país. Un informe de la FAA el año pasado encontró que las estaciones de control de tráfico aéreo en todo el país estaban aproximadamente 3.000 controladores por debajo de la cantidad necesaria para estar completamente cubiertas.
“Este problema con el espacio aéreo congestionado y las situaciones de riesgo ha estado gestándose durante varios años”, le dijo a CNN la exinspectora general del Departamento de Transporte, Mary Schiavo. “Hay situaciones peligrosas en el aire, enormes cantidades de encuentros cercanos en el aeropuerto e incursiones en pistas”.
Ahora, la colisión en el aeropuerto de Washington es una trágica sorpresa para una industria estadounidense que se había enorgullecido de haber pasado una década y media sin un accidente fatal de aerolínea comercial.
“Desde una perspectiva humana, esto es algo que nunca debería suceder y es trágico”, dijo el excontrolador de tráfico aéreo de DCA. Pero “desde una perspectiva realista, con humanos controlando las aeronaves, controlando el tráfico y lidiando en estos entornos complejos”, dijo el controlador, un desastre como la colisión sobre el Potomac es escalofriantemente posible.
Nota del editor: esta historia se actualizó para incluir un incidente en el DCA de principios de esta semana.
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