Mientras los equipos de rescate soportan el agua fría y la lluvia torrencial para intentar sacar más restos del vuelo 5342 de American Airlines y un helicóptero Black Hawk del ejército del río Potomac, los investigadores siguen intentando determinar la causa de la colisión, aunque con interrogantes sobre sobre la trayectoria de al menos una de las dos aeronaves.
El helicóptero estaba en una misión de entrenamiento cuando chocó con un avión comercial que estaba por aterrizar en el Aeropuerto Nacional Reagan de Washington en la noche del miércoles, lo que causó la muerte a las 64 personas a bordo del avión y a los tres militares a bordo del helicóptero, según las autoridades.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), que está investigando lo ocurrido, tardará unos 30 días en publicar un informe preliminar, mientras que su informe final, que determinará la causa probable del accidente, tardará mucho más. Aún así, con los días fueron surgiendo detalles sobre las circunstancias del choque y las posibles vías para la investigación. Esto es lo que sabemos:
El Black Hawk había estado utilizando corredores especializados utilizados por helicópteros de las fuerzas del orden, de evacuación médica, militares y gubernamentales en el área de Washington. Los gráficos de la FAA muestran que los helicópteros en el corredor donde se encontraba el Black Hawk en el momento de la colisión (al este del aeropuerto y perpendicular a la aproximación a una de las pistas del aeropuerto) deben estar a un máximo de 60 metros (200 pies) sobre el nivel del mar.
Pero los datos de seguimiento del vuelo en los momentos previos a la mortal colisión en el aire parecen mostrar que el Black Hawk volaba a 30 metros (100 pies) por encima de su altitud permitida y que se había desviado de la ruta prescrita a lo largo del este del río Potomac.
Los giros del helicóptero habrían puesto al Black Hawk más cerca del aeropuerto que de la ruta estándar.
“Basados en los datos a los que accedemos, creo que es una evaluación precisa”, dijo Ian Petchenik, portavoz de FlightRadar24, una empresa de seguimiento de vuelos.
Petchenik advirtió que los datos de seguimiento de vuelo del Black Hawk son imperfectos. El helicóptero militar estaba enviando una señal en Modo S, que transmite datos básicos sobre la altitud y la identificación de la aeronave. El vuelo de American Airlines estaba transmitiendo una señal ADS-B, que proporciona mucha más información al control del tráfico aéreo.
“ADS-B es mucho más que los datos estándar en Modo S. Los datos en Modo S permiten tener solo unos pocos bits de información”, dijo Petchenik a CNN.
Para comprender completamente los momentos previos al choque se requerirá un análisis completo de las grabadoras de datos a bordo de las aeronaves, pero incluso una imagen incompleta indica que el helicóptero no estaba en la posición correcta.
Tanto el presidente Donald Trump como el secretario de Defensa de la nación plantearon en la mañana de este viernes el tema de la altitud.
“El helicóptero Blackhawk volaba demasiado alto, por mucho. Estaba muy por encima del límite de 200 pies (60 metros)”, dijo Trump en una publicación de Truth Social este viernes. No está claro aún si el presidente contaba con información de investigadores oficiales o estaba repitiendo lo que veía en los informes de noticias.
“Alguien estaba a la altitud equivocada”, dijo el secretario de Defensa Pete Hegseth a Fox News en la mañana de este viernes. “¿El Black Hawk estaba demasiado alto? ¿Iba en su curso? En este momento, no lo sabemos con certeza”.
En el punto de la colisión, solo unos 91 metros (300 pies) separaban las rutas aprobadas del avión y del helicóptero, dijo a CNN el jueves el analista de aviación y piloto Miles O’Brien.
“Es un acuerdo de espacio aéreo muy estricto, sin margen de error, y exige que todos estén completamente alerta y vuelen a la perfección”, dijo.
Los investigadores ahora deben determinar si una diferencia de un par de cientos de pies podría haber evitado el incidente de aviación más mortal de Estados Unidos en dos décadas. Con la investigación en marcha, la Administración Federal de Aviación cerró indefinidamente el corredor de helicópteros de baja altitud que se estaba utilizando cuando ocurrió el accidente, dijo un funcionario a CNN este viernes.
La NTSB analizará a “las personas, las máquinas y el medio ambiente” para determinar la causa de la colisión mortal, dijo el jueves la presidenta de la junta, Jennifer Homendy, en respuesta a una pregunta sobre si se considerarían a las iniciativas de diversidad en la investigación después de que Trump planteara el tema.
La grabadora de datos de vuelo y la grabadora de voz de cabina del avión de American Airlines —conocidas como cajas negras— se han recuperado, dijo la NTSB a CNN. No se recuperó una grabadora de datos del helicóptero, pero el miembro de la NTSB Todd Inman dijo el viernes a CNN que bastaba con saber dónde estaba.
El video obtenido en exclusiva por CNN no muestra señales de una acción evasiva por parte de ninguna de las aeronaves, que chocaron directamente entre sí en una horrible explosión de luz, y cuyos restos cayeron a las oscuras aguas del Potomac.
Sin embargo, antes del choque, los operadores de control de tráfico aéreo ordenaron al helicóptero que pasara detrás del avión de pasajeros, según el audio del controlador de tráfico aéreo obtenido por CNN de LiveATC.net.
El controlador de tráfico aéreo dijo al helicóptero: “PAT 2-5, ¿tiene el CRJ a la vista?”. CRJ es la referencia para el avión de American Airlines, un jet regional Bombardier CRJ700.
Entonces el controlador dice: “PAT 2-5, pase detrás del CRJ”.
Otro audio del control de tráfico aéreo poco antes del choque captura al piloto del helicóptero que dice: “PAT 2-5 tiene aeronave a la vista, solicite separación visual”.
Hay dudas sobre si la tripulación del helicóptero estaba viendo a otras aeronaves o si la tripulación calculó mal la posición del avión, al confundir otras luces con la aeronave que la tripulación del helicóptero había recibido instrucciones de seguir, como se ve en el video, según Mary Schiavo, analista de aviación y exinspectora general del Departamento de Transporte.
“Vemos otras luces en el área, particularmente una luz brillante de otra aeronave, cuando la torre de control del tráfico aéreo le pregunta al helicóptero: ‘¿Tiene el avión a la vista?’”, dijo Schiavo a Kasie Hunt de CNN este viernes.
También hay dudas sobre si el helicóptero tenía la tripulación adecuada para un espacio aéreo abarrotado.
El Black Hawk estaba en una misión de entrenamiento de rutina en Fort Belvoir, Virginia, con un instructor, un capitán en entrenamiento y un jefe de tripulación, dijo el Ejército.
Elizabeth McCormick, expiloto de Black Hawk, le dijo a Jake Tapper de CNN el jueves que una tripulación de tres personas en el desafortunado vuelo era inadecuado, afirmando que una tripulación así no podía haber mirado en todas las direcciones.
“Solo tienes visibilidad desde el frente de 180 grados. Tus jefes de tripulación despejan la parte trasera”, dijo McCormick. “Si solo tienes un jefe de tripulación, ¿cuánto puedes despejar? Creo que ese fue un problema importante”.
Incluso si el helicóptero hubiera estado a un nivel adecuado, la tripulación aún habría necesitado poder tener contacto visual con todos los aviones cercanos. “Obviamente, en última instancia, el avión tiene que pasar por esta altitud de 60 metros (200 pies) para aterrizar”, dijo el expiloto comercial Jeff Huddleston.
En la noche del accidente, un controlador en Reagan National estaba realizando tareas que deberían ser realizadas por dos personas, al manejar tanto el tráfico de aviones locales como el de helicópteros, dijo una fuente de control de tráfico aéreo a CNN.
La fuente dijo que ese esquema, en el que una persona maneja tanto el tráfico local como el de helicópteros, era algo común.
Sin embargo, un informe preliminar de la Administración Federal de Aviación encontró que la cantidad de personal en la torre de control del aeropuerto “no fue lo habitual para el momento del día y el volumen de tránsito”, según informó el diario The New York Times.
El sindicato que representa a los controladores de tráfico aéreo advirtió contra la idea de que la función combinada haría que las condiciones fueran inseguras.
“Este es un trabajo extremadamente complejo que hacemos día tras día con cambios climáticos, con cambios de flujo y con cambios en el espacio aéreo”, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo, Nick Daniels, a Erin Burnett de CNN. “Por lo que no es raro que los puestos se combinen o no se combinen en absoluto”, añadió.
Los problemas crónicos de personal en sus instalaciones de radar son comunes en la FAA. Después de la pandemia, ha habido una lucha para capacitar y certificar a más controladores. La administración Trump ha ofrecido un retiro a los trabajadores federales, incluidos los controladores de tráfico aéreo, lo que podría causar una escasez de personal aún mayor.
Incluso cuando aún está saliendo a la luz más información, algunos funcionarios que han recibido información sobre el desastre dicen que todavía hay mucho que no sabemos.
La senadora estadounidense Tammy Duckworth, expiloto de Black Hawk, habló con investigadores de la FAA y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte el jueves.
“Les pedí que me proporcionaran más información, lo cual harán, incluidas las transcripciones de las instrucciones de control de tráfico aéreo a los pilotos”, dijo a CNN.
La senadora agregó que, a pesar de la complejidad que implica volar alrededor de la ciudad de Washington, esto parece haber comenzado como una situación de rutina.
“Volé desde el aeropuerto Midway (de Chicago) durante más de una docena de años, donde cada día pasaba debajo de los aviones comerciales que aterrizaban en el aeropuerto Midway”, dijo Duckworth. “No se trata de un perfil de vuelo anormal, aunque se trata de un espacio aéreo muy congestionado”.
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