El cohete más potente hasta ahora explotó sobre una isla poblada. Los residentes aún lidian con las consecuencias

Era una típica tarde templada en las islas tropicales que se encuentran al sureste de Florida, donde decenas de miles de turistas acuden en masa en esta época del año para las vacaciones de invierno. Pero el 16 de enero, justo después de la puesta de sol, una nave espacial estalló en una bola de llamas sobre el océano Atlántico Norte, cerca de las islas Turcas y Caicos.

La etapa superior de un sistema de lanzamiento Starship de SpaceX, el cohete más potente jamás construido, se había roto minutos después de despegar del sur de Texas durante su séptimo vuelo de prueba, fracturándose en una nube de escombros que surcó el cielo nocturno. Con un resplandor naranja y blanco, el asombroso espectáculo dejó a los espectadores mirando con asombro desde las playas y los cruceros, y muchos publicaron la extraña escena en las redes sociales.

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“Nunca había visto colores así en el cielo”, dijo Lori Kaine, residente de Providenciales, la isla principal del archipiélago de las islas Turcas y Caicos. “Al principio, pensé que era un avión de verdad el que había explotado”.

El ruido era ensordecedor, recuerda. Incluso dentro de casa, con las puertas y ventanas cerradas, Kaine dijo que todavía podía oír el estruendoso estallido. Uno de sus perros entró en pánico, mientras que se oía a otro llorar fuera, dijo.

No fue hasta que Kaine revisó la avalancha de mensajes en su teléfono cuando se encontró por primera vez con informes sobre que la nave espacial Starship había fallado.

A la mañana siguiente, a la luz del día, Kaine dijo que empezó a hacer balance de las consecuencias.

Un misterioso cable había aterrizado en la entrada de su casa. Baldosas hexagonales rotas, probablemente parte del escudo térmico de la nave, cubrían la calzada por donde Kaine suele pasear a sus perros, dijo. La playa cercana estaba igualmente llena de escombros.

“Pensé: ‘Vale, esto es una locura’, porque (los pedazos de la nave) están en las carreteras interiores de la isla y en la playa”, dijo Kaine.

Turcas y Caicos, un territorio británico situado a 925 kilómetros al sureste de Miami que incluye 40 islas, ocho de las cuales están habitadas, parece ser la zona más afectada por la caída de los restos del Starship. No se han reportado heridos como resultado de la explosión, pero varios residentes dicen que las partes del cohete cayeron cerca de las casas y fueron arrastradas por las olas hasta las playas cercanas a los puntos turísticos. Se ha reportado un incidente de daños a la propiedad.

La respuesta de SpaceX al incidente ha suscitado críticas por parte de los residentes de las islas Turcas y Caicos. Y la terrible experiencia plantea cuestiones más amplias sobre el enfoque de la empresa en el desarrollo de Starship, el gigantesco sistema de cohetes con el que SpaceX espera llevar algún día a los humanos a la Luna y a Marte, y su decisión de lanzar los vuelos de prueba del vehículo desde el sur de Texas, en una trayectoria que lleva la nave espacial sobre zonas pobladas.

Después de que el Starship se partiera, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) activó una “Zona de Respuesta a los Desechos”, lo que significó que la agencia cerró brevemente el espacio aéreo cerca de las islas Turcas y Caicos. La agencia estadounidense concede licencias para el lanzamiento de cohetes comerciales y está supervisando una investigación sobre el incidente.

La alerta y los consiguientes desvíos de vuelo provocaron una cascada de retrasos en los viajes.

Ahora se han encontrado restos por todas las islas, según una base de datos creada por el grupo ecologista local Fondo de Arrecifes de las Islas Turcas y Caicos en colaboración con el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Costeros del gobierno.

Los restos han llegado a todas las playas de Providenciales, así como “desde Caicos del Sur hasta Caicos del Oeste, que abarca prácticamente la totalidad de los bancos de Caicos”, dijo Alizee Zimmermann, directora ejecutiva del Turks and Caicos Reef Fund, una organización sin fines de lucro registrada en Estados Unidos.

Los informes también incluyen al menos un caso de daños materiales: según se informa, los restos golpearon un coche en Caicos del Sur, dijo Zimmermann.

La FAA confirmó a CNN que está investigando “un informe de daños menores a un vehículo ubicado en Caicos del Sur”, aunque la agencia dijo que hasta el martes por la tarde, el informe aún no había sido verificado. No se reportaron heridos ni otros casos de daños, añadió la agencia.

La nave Starship sigue siendo un producto en desarrollo, propenso a sufrir contratiempos explosivos.

SpaceX, a diferencia de la NASA y de algunos de los competidores de la empresa en la industria aeroespacial, adopta una estrategia denominada “desarrollo iterativo rápido”. El enfoque hace hincapié en la construcción de prototipos y la aceptación de riesgos añadidos durante los vuelos de prueba, que se lanzan desde las instalaciones de la empresa en Starbase, situadas en el extremo sur de Texas.

Los vuelos anteriores del Starship han provocado explosiones sobre el golfo de México y otras zonas del océano. La primera misión de prueba del vehículo hizo estallar una plataforma de lanzamiento en el sur de Texas, provocando una avalancha de escombros y provocando reacciones negativas de los ecologistas. Sin embargo, el vuelo de prueba del 16 de enero destaca por la proximidad del Starship a islas pobladas en el momento en que falló.

SpaceX sostiene que su enfoque de desarrollo permite a los ingenieros aprender y ajustar el diseño de Starship de forma más barata y rápida que si se basara en enfoques más tradicionales y en extensas pruebas en tierra.

Pero la estrategia también pone a menudo a SpaceX en el punto de mira cuando los vuelos de prueba no salen según lo previsto.

“El mero hecho de ser testigos de esta explosión y recibir restos nos hace cuestionarnos muchas cosas, ¿es esto seguro?”, declaró a WSVN, afiliada de CNN, Elena Zavet, residente en Florida que se encontraba de visita en las Islas Turcas y Caicos durante la explosión.

En su declaración a CNN, la FAA dijo que el gobierno de las Islas Turcas y Caicos fue informado antes del lanzamiento de la Starship de que la nación se encontraba dentro de una posible zona de peligro.

La agencia también dijo que, antes del lanzamiento del vuelo de prueba, exigió a SpaceX que trazara un mapa de “zonas de peligro suficiente para garantizar que la probabilidad de que un miembro del público sufra daños en tierra o a bordo de una embarcación marítima no supere uno en un millón”.

“Ninguna isla del Caribe, incluidas las Islas Turcas y Caicos, superó este umbral”, dijo la agencia.

En general, los residentes de las islas Turcas y Caicos han expresado su decepción por la respuesta de SpaceX.

“Me gustan los lanzamientos y lo que está haciendo (el CEO de SpaceX, Elon) Musk, pero creo que también debería ser responsable de la limpieza”, dijo Amos Luker, propietario de una empresa de alquiler de coches en Providenciales llamada Scooter Bob’s.

“No se han emitido grandes advertencias en absoluto”, añadió, refiriéndose a la limitada comunicación sobre la naturaleza potencialmente peligrosa de los desechos.

SpaceX no compartió ningún tipo de información sobre la ubicación de la explosión o cómo manejar los desechos en Twitter, donde la cuenta de la empresa tiene casi 40 millones de seguidores.

La empresa sí dijo en un comunicado en su sitio web que la gente debería ponerse en contacto con SpaceX si se encuentran restos y abstenerse de tocar los objetos. Esa publicación también señaló que SpaceX creía que “los restos supervivientes habrían caído en la zona de peligro designada”. (Inicialmente, el comunicado describía los restos como caídos “en el océano Atlántico”, pero el lenguaje fue modificado el día después del accidente para eliminar esa frase).

En la misma declaración, SpaceX trató de enmarcar el vuelo de la Starship como un hito, diciendo: “el éxito viene de lo que aprendemos, y esta prueba de vuelo nos ayudará a mejorar la fiabilidad de la Starship mientras SpaceX busca hacer la vida multiplanetaria”.

Cynthia Filo, gerente y capitana de Silly Creek Water Sports en Providenciales, dijo a CNN que también ha encontrado restos, un hecho que considera “inquietante para las zonas en las que los he encontrado, porque están muy arriba en la zona del estanque”.

“Así que ya ha venido del océano y se ha adentrado kilómetros tierra adentro”, dijo Filo. El miércoles, dijo a la CNN que descubrió un fragmento junto a su casa, que cree que pudo haberse caído del tejado días después del incidente.

Zimmermann, del Fondo de Arrecifes de las Islas Turcas y Caicos, dijo que está al tanto de que “se está planificando una respuesta multiagencia con el enfoque clave en la limpieza”. Y un reciente informe de las autoridades mostró que los funcionarios locales se reunieron con varios miembros de la Rama de Investigación de Accidentes Aéreos, un brazo del Departamento de Transporte del Reino Unido, la semana pasada.

Pero los residentes siguen esperando que se haga algo. “Solo estamos intentando presentar una petición para que al menos nos ayuden a financiar la limpieza que se está realizando a través de voluntarios”, añadió Zimmermann.

Kaine, que vive en Providenciales, dijo que empezó a recoger los restos del Starship al día siguiente de la explosión del 16 de enero.

Los objetos que recogió le dejaron las manos llenas de hollín y suciedad. Calculó que ahora hay “fácilmente 91 kilogramos” de escombros en su colección, guardados en bolsas de basura etiquetadas con el lugar donde recogió los escombros. Aún hay muchos más escombros en las playas, dijo.

Pero no fue hasta el día después de la explosión, el 17 de enero, que Kaine se dio cuenta de que interactuar con los desechos podía ser peligroso.

La Secretaría de Seguridad Nacional de las Islas Turcas y Caicos publicó un aviso en Facebook en el que decía que el gobierno “no tiene conocimiento de ningún riesgo específico”, pero que “los objetos espaciales a veces pueden contener materiales peligrosos que pueden causar graves daños a la salud”.

El aviso recomendaba a los residentes que no tocaran los desechos y que se pusieran en contacto con el gobierno de las Islas Turcas y Caicos (TCI) o con SpaceX.

Kaine dijo que se sintió frustrada.

Por un lado, tardó más de 24 horas en enterarse de que la exposición a los materiales podía ser peligrosa.

También le preocupaba que los restos, si no se trataban, pronto quedarían cubiertos por la arena, enterrando literalmente las consecuencias del accidente explosivo de SpaceX y quizás amenazando aún más la ecología de la isla.

SpaceX también tardó una semana en responder a un mensaje de voz que dejó en la línea directa de la empresa, dijo Kaine a la CNN. E incluso entonces, le dijeron que los representantes de la empresa no llegarían hasta dentro de unos días.

“No va a haber ningún problema para encontrar los restos cuando lleguen”, dijo Kaine sobre SpaceX. “Si quieren que los encuentre, puedo encontrarlos”.

Según una actualización de Facebook del 23 de enero del gobierno local, estaba previsto que los representantes de SpaceX estuvieran en la isla ese día. Ni la empresa ni el gobierno respondieron a las solicitudes de comentarios.

Kaine dijo que todavía tiene los restos almacenados en su casa.

Horas después de enviar su primera comunicación el 17 de enero, el día después de la explosión, la Secretaría de Seguridad Nacional de las Islas Vírgenes Británicas emitió otro comunicado en el que afirmaba que “las conversaciones iniciales entre la Agencia Espacial del Reino Unido y SpaceX” habían “confirmado que no había hidracina a bordo del cohete Starship”.

La hidracina es un tipo de propulsor utilizado en algunas naves espaciales que puede causar náuseas, vómitos, inflamación de los nervios e incluso un coma tras la exposición.

La nave Starship de SpaceX no utiliza este tipo de combustibles. En su lugar, el megacohete utiliza metano líquido y oxígeno como propulsores, pero “cualquier tipo de combustible va a tener un montón de energía química en su interior”, según Marlon Sorge, director ejecutivo del Centro de Estudios de Desechos Orbitales y de Reentrada de The Aerospace Corporation, un centro de investigación financiado con fondos federales.

“Incluso si no es tan peligroso como la hidracina, donde si lo tocas o te acercas a él te metes en problemas, sigue siendo volátil, como la gasolina”, añadió Sorge. “Y hay otras cosas a bordo de las naves espaciales, como las baterías”.

Añadió que es posible que tanques enteros de combustible de cohetes sobrevivan al viaje hasta el suelo: “Si están debilitados, si los tocas, explotan”.

Probablemente por eso las autoridades locales aconsejaron a los residentes que no tocaran ningún desecho “por precaución”, como escribió el gobierno de las Islas Turcas y Caicos en un aviso del 17 de enero.

“No es que acercarse a una de estas cosas sea una sentencia de muerte”, dijo Sorge. “Probablemente la mayoría estén bien, pero es potencialmente arriesgado. Y no vale la pena que la gente resulte herida”.

Pero muchas personas que se encontraron con los desechos han empezado a coleccionar los objetos: algunos los llevaron a casa como recuerdo, mientras que otros pretenden venderlos.

Una oferta de US$ 3.000 figura en una lista de eBay por una baldosa de escudo térmico supuestamente recuperada de las Islas Turcas y Caicos. Un vistazo a los restos de naves espaciales destruidas que se han vendido anteriormente muestra que los artículos han alcanzado hasta US$ 2000.

Pero vender o quedarse con un trozo de una nave de SpaceX podría ser legalmente cuestionable, señaló Sorge. Según el Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1967, “técnicamente, (los restos) siguen perteneciendo a la organización que los lanzó”.

Zimmermann dijo el lunes que, aunque es posible que inicien pronto las operaciones de limpieza, no tiene constancia de planes concretos para evaluar la huella medioambiental de la explosión de la Starship.

Añadió que espera que se lleve a cabo una evaluación formal que incluya analizar las aguas en busca de signos de contaminación y realizar estudios exploratorios que podrían utilizar drones para buscar grandes trozos de desechos en el mar, que podrían estar afectando a ecosistemas sensibles.

“Pero todo eso requiere mucha coordinación y una buena cantidad de financiación, y ambas cosas son limitadas aquí”, dijo Zimmermann.

“No ha sido la mejor respuesta”, añadió. “Creo que tampoco hay muchos precedentes para este tipo de evento en una zona tan poblada. Pero hay desechos tan pequeños como la tercera parte de una uña y tan grandes como un automóvil esparcidos por todas partes”.

Kaine dijo que se ha vuelto cautelosa con la respuesta de SpaceX a la terrible experiencia y al programa Starship en general. Dijo que no le interesa quedarse con ninguno de los desechos que recogió. Su objetivo es mantener limpias y libres de materiales peligrosos las carreteras y playas que frecuenta.

“Tienen que venir a recoger esto”, dijo Kaine sobre SpaceX. “Y mi preocupación ha aumentado a un nivel mayor sobre estos lanzamientos, porque ahora que estoy leyendo sobre ello, hay muy poca información”.

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