Cuando se abre el debate sobre el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, las estadísticas, la influencia y los títulos siempre remiten la disputa a Michael Jordan, LeBron James y Kobe Bryant, entre otras grandes estrellas.
Sin embargo, en tiempos donde la salud mental ha cobrado una importancia capital para el desarrollo del ser humano, y el entrenamiento mental también forma parte de la sustancia que nutre a los individuos, Kobe mostró siempre su visión, dejando un legado que trasciende al deporte.
La “Mamba Mentality”, o mentalidad Mamba, en referencia al apodo que Bryant tenía desde 2003, “Black Mamba”, es una filosofía inspirada por el propio exjugador de los Lakers de Los Ángeles, donde no solamente se mostraba su juego agresivo y punzante, sino también una determinación para el trabajo arduo, resiliente y consistente, que se ha convertido en todo un lema de superación personal.
“Se trata de enfocarse en el proceso y creer en el trabajo duro cuando más importa. Es el mejor mantra para el espíritu competitivo”, explicó Bryant en entrevista con The Amazon Book Review. En su libro, titulado también “The Mamba Mentality”, escribió: “Debes trabajar fuerte en la oscuridad para brillar en la luz”.
Esta forma de pensar ayudó a Bryant en los momentos más difíciles en su carrera, como aquella lesión que sufrió el 12 abril de 2013 contra los Warriors de Golden State, donde se rompió el tendón de Aquiles del pie izquierdo.
Al día siguiente, antes de entrar a la cirugía para reparar la lesión, devastadora para muchos jugadores de baloncesto y más si la sufren como Kobe a los 35 años, Bryant publicó en Facebook un largo texto en el que dijo: “Si me ven peleando conta un oso, recen por el oso. Siempre me gustó esa frase. Esa es la mentalidad Mamba. No nos rendimos, no nos achicamos, no huimos. Resistimos y conquistamos”.
Regresó en diciembre de 2013 a las canchas para jugar seis partidos, y terminar con su recuperación, de la que volvió completamente sano en la temporada siguiente. De hecho, jugó dos años más antes de retirarse en 2016.
Bryant culminó su carrera con 18 juegos de Estrellas, 5 títulos de NBA (uno menos que Jordan y que LeBron), un premio al jugador más valioso de la liga, dos veces más valioso de las finales de la NBA, y fuera de la cancha, su legado impertérrito también sumó un premio Oscar en 2018 al mejor cortometraje animado, y una manera de pensar que aún ahora, tiempo después de su lamentable desaparición física en un accidente aéreo en Calabasas, California, es ejemplo para muchos dentro y fuera de la arena deportiva.
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