Imitando el eslogan más popular del mandatario estadounidense Donald Trump, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, arrancó este miércoles algunas carcajadas y tímidos aplausos en Davos cuando pronunció la frase: “hagamos las redes sociales grandes de nuevo”.
Esta propuesta del gobernante español, compartida durante su intervención en una sesión del Foro Económico Mundial que se celebra en Davos, Suiza, formó parte de un discurso que centró en la necesidad de aplicar más controles sobre las redes sociales, algunas de las cuales consideró que “están dañando el orden liberal y el sistema democrático”.
Sin citar nombres de plataformas concretas ni tampoco de directivos, Sánchez destacó que varias de estas están teniendo un fuerte impacto sobre la “salud mental” de los usuarios por estar “simplificando en exceso y polarizando el debate público”, “fomentando la desinformación”, así como dañando las democracias al convertirlas en “herramientas para sustituir votos por likes”.
“Lo que se suponía que era un espacio para el debate constructivo y el libre intercambio de ideas se ha convertido en un campo de batalla amañado, lleno de manipulación censura y falsedad”, afirmó. Un escenario del que culpa a “potencias extranjeras —como Rusia—, que quieren debilitar nuestras instituciones”, y a fuerzas antisistema “que quieren llevar el caos a nuestras sociedades y utilizarlo para hacerse con el poder como hicieron los fascistas en el pasado”, y a los propietarios de estas compañías, “que ya no se conforman con ostentar un poder económico casi total: ahora también ambicionan el poder político”.
Rusia no se ha pronunciado al respecto de esta afirmación de Sánchez. Sin embargo, la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros, han acusado en reiteradas ocasiones a este país de estar detrás de campañas de desinformación que usan las redes sociales para desestabilizar otras naciones. Unas acusaciones que el Kremlin ha negado repetidamente.
Con el objetivo de combatir lo que percibe como una clara amenaza, el líder español anunció que planteará una serie de medidas al resto de socios del bloque comunitario en el próximo Consejo Europeo.
Entre estas, Sánchez dijo que incluirá que se ponga fin al anonimato en las redes sociales, esto es, obligando a los usuarios a incluir sus datos de identificación personal para que las autoridades puedan perseguir la comisión de posibles crímenes en línea; que las autoridades europeas puedan verificar los contenidos que favorecen los algoritmos que rigen estas plataformas, y que los directores ejecutivos sean responsabilizados de las violaciones de leyes y normas que se cometan en estos espacios.
Sánchez destacó que así como “el propietario de un pequeño restaurante es responsable si su comida envenena a los clientes” de la misma manera “los magnates de las redes sociales deben responder si sus algoritmos envenenan a nuestra sociedad”.
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